Para ser un lobo de verdad:
1. Hay que aullarle a la luna.
2. Hay de derribar casas a soplidos.
3. Hay que comerse a la gente.
Al Buen Lobito le encanta preparar postres riquísimos, siempre se acaba tooooda
la verdura del plato y es encantador con todos sus amigos. ¡Es un lobito muy BUENO! Pero se supone que los lobos de verdad no son buenos, sino MALOS, muy MALOS. ¿Descubrirá el Buen Lobito en este cuento que hay que tener mucho cuidado con los lobos MALOS?
¡Una divertida historia con una gran sorpresa final que dejará a los lectores con la boca abierta!