Argumento de El Barquero de las ánimas
EL BARQUERO DE LAS ÁNIMAS Paola Capriolo Tras los cuentos enigmáticos de LA GRAN EULALIA (Pre-Textos, 1990), Paola Capriolo, nacida en Milán en 1962, nos propone esta no menos intrigante novela, que ha sido premiada dos veces in Italia (Premio Selezione Campiello 1989 y Premio Rapallo 1990). Valiéndose de una trama ambientada en una ciudad y en un país sin identificar, Capriolo entra valiente y subrepticiamente en algunos de los temas vitales más angustiosos del siglo XX. ¿Por qué llaman irónicamente EL BARQUERO DE LAS ÁNIMAS al joven y plácido piloto que todas las noches remonta la corriente del río con su embarcación, a solas con sus pensamientos obsesionados por la visión de un abrazo desnudo de mujer? ¿A dónde lleva la carga que tan discretamente maneja la omnipresente Compañía? Las alusiones míticas, trenzándose con los sencillos sucesos de la aparentemente mediocre vida del protagonista Walter, envuelven en una atmósfera sofocante y a la vez siniestramente hermosa el desarrollo de la acción. Sin embargo, todo sucede linealmente, y sólo en la interpretación personal del lector, que queda abierta sobre varias posibilidades, podrán hallar respuesta los interrogantes que se van insinuando de moso casi imperceptible con la conciencia de cada cual. La narración procede recargándose de señales y episodios que son también los signos banales de una semiótica de lo real, manifestados de pronto en la belleza desgarradora de la memoria o celándose tras la neblina de un más allá inquietante. En la estremecedora revelación final, todos los personajes, incluyendo al lector fatalmente activo, parecen quedar comprometidos, involucrados a su pesar, a menos que prefieran quedarse más acá de la superficie de las cosas, ejerciendo una libertad de elección de la que son jueces únicos. Y todo, entonces, puede no ser más que una casualidad, el cumplimiento de una concatenación de sucesos sin más trascendencia que su propio acaecer. pero por el contrario, tal vez en esta revelación está la clave de la novela, convertida en parábola de una sociedad en la que tenebrosamente se refleja la nuestra como la barca de Caronte en las aguas de la Laguna Estigia.0