Los gitanos han llegado: ? "?Don Augusto, ¿le puedo leer la suerte? ?rompió una voz muy dulce el mundo de fantasía en que me había sumido de repente. ...?¿Le gustaría que le leyera la suerte? ?reiteró la joven. ...?Pero no se preocupe, la felicidad le tiende sus alas. Va a ser feliz, casi tanto como lo era antes... Sin embargo veo algo que no... ?Don Augusto, dispénseme no haberlo recibido como se merece una persona de su rango. Me dijo un hombre delgado y de mediana estatura, cuya sonrisa estiraba su afilado bigote hacía sus orejas mostrando dos blancas hileras de finos dientes que al descuido se me antojaron los de una fiera.".