A lo largo de treinta y tres historias ejemplares, el autor demuestra que el arte del fingimiento, que jugaba un papel esencial en la vida cortesana, experimenta un nuevo auge en la era capitalista. En esta vida no hay que ser auténtico, sino fingir para parecerlo. Un tipo casado que liga en una fiesta, un empleado que se busca la ruina por responder a un correo electrónico, un escritor fracasado, una joven historiadora del arte que pasa un fin de semana en una isla remota o una maquetista de una revista de moda con problemas con los hombres son sólo algunos de sus personajes. Hilarante, ameno y agudo, pero a la vez profundo, brillante y provocativo, corresponde al lector decidir si se toma este texto inclasificable como un retrato crítico de nuestra sociedad o como un peculiar manual de instrucciones para triunfar en ella.