Estos cuentos narran pedazos de mi vida, de la vida de personas que nos rodean, de historias que se escuchan al vuelo, de ocurrencias tras lecturas de los grandes maestros, de noticias en la sección de sucesos de los diarios, de preguntas sin respuestas o con respuestas inesperadas. Aquí, los protagonistas son los niños y los seres que conviven con la sensación de no encajar en este mundo y de la soledad con mayúsculas. Son cuentos sobre la desarticulación de las personas: ¿y quién de nosotros puede decir que hoy por hoy se adaptó por completo al sistema, y que los domingos al atardecer, cada domingo, en lugar de pegarse un tiro, decide leer un buen libro? Espero, desde lo más profundo de mi corazón, que este libro ayude en los atardeceres de domingo. P.S.