Las meras palabras en la cosmovisión semita son capaces de decir mucho acerca de sí mismas. Puede ser el momento de escuchar a Jesús decir en su propio idioma Dios, misericordia, mundo, salvación, bendición, corazón, amor, etcétera, y comprobar cómo estas palabras nos evocan en arameo sensaciones completamente diferentes a las que despiertan en nuestra lengua. Se trata de escuchar las palabras de Jesús en arameo y paladearlas de sus labios.