El «amor a las letras» es en realidad el amor a la literatura: arte que usa las palabras como medio para llegar a la belleza. Los monjes de la Edad Media dedicaban su tiempo a meditar en los textos sagrados. En este sentido, no hacían otra cosa que seguir a los antiguos, para quienes meditar consistía en leer un texto y aprendérselo de memoria, es decir, poniendo en dicha actividad todo el ser.
La palabra escrita, leída y escuchada se manifiesta como una especie de punzada imprevista que desagarra el alma adormecida y la despierta para que preste atención a Dios (Gregorio Magno). La palabra se convierte en camino privilegiado para ahondar en el misterio de la realidad, orientarse en el laberinto del ser humano y alcanzar el misterio último que es Dios.
Conocer la palabra, es decir, su lógica, su gramática y sus posibilidades, permite recuperar la cultura clásica y hacer con las palabras actuales una cultura nueva. Por esta razón, al indagar sobre los autores monásticos medievales, en realidad se está recuperando una parte esencial de la cultura de Occidente que sustenta el presente. El amor a la palabra escrita que permanece es, pues, amor a la verdad que sobrevive a lo largo del tiempo.
ENGLISH:
\"The Love of Learning and the Desire of God. A Study of Monastic Culture\"
Love for literature the art of using words to attain beauty is a privileged way to deepen in the mystery of reality and to find a path in the labyrinth of human existence, thus reaching the ultimate mystery: God. The study of medieval monastic writers leads us to recover an essential part of Western culture.