La creciente expansión de la tradición tibetana no debe perder de vista, a pesar de su extraordinaria riqueza, su única meta: El descubrimiento del absoluto. A este Absoluto, al igual que a la meditación que conduce a él, se le denomina Mahamudra, término que lleva un aura de infinito pero cuyas verdaderas implicaciones raramente se conocen. Bókar Rimpoché, que obtiene sus enseñanzas directamente de la fuente viva de su experiencia, y Kempo Donyo, cuya erudición no es comparable más que a su simplicidad, nos introducen con una maravillosa claridad en un terreno tan sutil como profundo.