Al igual que la sociedad actual ha dejado de ver los bosques como simples almacenes de madera, los ríos no pueden seguir siendo valorados como simples canales de H2O. En nombre de un sospechoso «interés general», preñado de poderosos intereses privados, que en ocasiones proyectan sombras de corrupción, no se puede seguir destruyendo ríos, inundando valles habitados, degradando territorios y malgastando fondos públicos.
Del «Preliminar» de Pedro Arrojo Agudo
Premio Goldman para Europa 2003