Hay acontecimientos que rompen el orden del mundo y trastocan un espacio de previsiones que se creía estable. Es decir, hay acontecimientos que alteran el mundo, y quizá solamente ellos merecen ese nombre. La desesperación, el duelo, el espanto; pero también cada nacimiento.
Pocas veces se ha atrevido la filosofía a tomarlos en cuenta, precisamente porque exigen alterar el ámbito de lo que se cree posible y controlado, e incluso porque piden modificar el propio lenguaje usual de la tradición filosófica.
La filosofía de Claude Romano se atreve en este libro a hacerse cargo de acontecimientos así, a buscar un nuevo vocabulario para ellos y a describirlos con detalle, mostrando cómo de una fenomenología ampliada de este modo puede deducirse una nueva consideración del sujeto, del pensamiento y de la vida.