Esta novela relata en primera persona los avatares de dos amigos en un trayecto de cuatro días. En tan solo ese tiempo, y sin alejarse apenas de su punto de partida, el narrador vivirá, gracias o a pesar de su acompañante, experiencias con las que no contaba. Mientras tanto, evoca momentos pasados de vital importancia, bolas de preso que le impiden avanzar. El motivo del viaje no es el mismo para ambos; para uno es una escapada, para el otro un destino. Sin embargo, sucederá algo que alterará el rumbo previsto, dentro de una trama que esconde su mayor baza hasta el mismo desenlace.
Tras su aplaudido debut con La piel del camaleón, el talento de la autora brinda aquí al lector un viaje sin retorno posible, en el que se dan cita el humor, el odio, la amistad, el amor... Una novela cautivadora, de insólita y cruda belleza, reveladora de lo que en última instancia somos.