Hay otro mundo, el que está dentro de nosotros y que nos CONECTA inevitablemente a la energía del universo y a Dios. Nuestra alma se comunica con nosotros mismos y nos habla como la CONCIENCIA DIVINA. Por encima de las adversidadfes, del dolor, de los conflictos, de lo incomprensible, Dios SIEMPRE sale a nuestro ENCUENTRO de la manera más maravillosa. En nuestra oscuridad, el nos lleva a la LUZ, su LUZ.