Un presentador de libros de autoayuda por encargo ve trastocado su mundo literario cuando la violenta realidad nacional irrumpe en la novela.
Ésta es la historia de un secuestro, o de varios; puede ser incluso la historia del nuestro.
En un escenario kafkiano, lleno de elementos cómicos y absurdos, el personaje principal de esta novela ejerce el peculiar oficio de presentar libros comerciales por encargo. Con argumentos inverosímiles dispara discursos que convencen al público de estar siempre ante "la gran obra del año". Contra las imposturas en las que escritores, editores y lectores imitan las costumbres propias de la farándula, el protagonista se refugia en la lectura de los clásicos. Pero una realidad atroz interviene las líneas que leemos, hasta secuestrar al personaje de su vida y a nosotros, de la trama.
Con un humor negro entre Chesterton y Beckett, Efectos secundarios es un experimento narrativo inusitado en el que Rosa Beltrán subvierte el espacio tradicional de lo literario. Esta singular obra representa un elogio al humanismo y al mismo tiempo un puente entre los diversos planos de una época nómada en la que la literatura se muestra como la única vía de escape a la extrema violencia.