Cada capítulo es una provocación a tomar en serio nuestra dignidad académica que debe traducirse en el mediano y largo plazo en un recuperar nuestro protagonismo social en cada uno de los rincones de la patria. Ya sea en la escuelita del pueblito más pequeño, hasta en la palestra de la universidad más acreditada de las capitales, para que la voz del maestro recupere su autoridad hecha de orientación, inspiración y guía de las actuales y futuras generaciones.