La educación para la ciudadanía (EpC) es una propuesta de los gobiernos de diversos países que tiene el propósito de educar para una ciudadanía activa y responsable que haga posible la convivencia en paz y en democracia. Este trabajo aporta elementos para la puesta en práctica de la EpC que tiene como punto de partida un énfasis en la convivencia en democracia. Para ello se requiere el desarrollo de unas competencias como las habilidades sociales, el respeto, la tolerancia, la prevención y resolución positiva de conflictos, las competencias emocionales, etc. El desarrollo de competencias para la prevención de los efectos nocivos de las emociones negativas (ira, odio, miedo, ansiedad, estrés, tristeza, depresión, etc.) es importante para la ciudadanía efectiva. Pero debe completarse con el desarrollo de las emociones positivas que contribuyen a la convivencia y resolución positiva de conflictos. La experimentación de emociones positivas es la esencia del bienestar hacia el que debe orientarse la ciudadanía. Las aportaciones de la psicología positiva ofrecen un nuevo marco de referencia para la intervención. Por lo tanto, las aportaciones de la educación emocional son elementos esenciales en el desarrollo de la ciudadanía para el bienestar personal y social.