El enfoque intercultural se propone como mirada que nos permite comprender la compleja articulación entre diversidad cultural e igualdad en educación. Se reconoce la diversidad humana como normalidad, se sitúa la diversidad cultural en el foco de la reflexión sobre educación y se asume el compromiso ético del educador por la equidad y la justicia social. La perspectiva intercultural es hermenéutica y práctica, es comunicación y relación entre personas. La educación intercultural no es un modelo a alcanzar, sino una perspectiva, una metáfora que nos permite comprender lo que pensamos, decimos y hacemos en relación con la diversidad cultural y equidad en educación. Lo intercultural no se presenta como adjetivo con el que calificar a profesores, escuelas, programas o recursos, sino que es el enfoque, la mirada intercultural, la que hace el objeto. Lo cultural emana y se construye en la interacción entre las personas. Desde estas premisas, se delimita la educación intercultural.