Se entiende y se siente con facilidad la relación entre la belleza y el bien. Pero, ¿qué relación puede haber entre la belleza y el mal? El mal y las acciones perversas están ahí y son una experiencia recurrente. Eso ha dado pie, desde antiguo, a representaciones literarias y artísticas en las que el mal está presentado con belleza. Este libro analiza los más conseguidos ejemplos de esas representaciones, para poder abordar un tema raramente tratado pero esencial si se desea ampliar el ámbito de la Estética.