Durmiendo con el enemigo. Sebasten Contaxis era un guapísimo multimillonario griego para el que las mujeres eran sólo un entretenimiento. Lizzie Denton estaba desesperada, sin hogar y sin trabajo y los rumores afirmaban que le había roto el corazón a un hombre. Sebasten quería que pagara por ello y había encontrado la manera de vengarse. Por su parte, cuando Lizzie se enteró de cuál era la intención de Sebasten, ya le había entregado su virginidad. Así que, allí estaba ella: todavía un poco desesperada, con un hogar, pero sin trabajo... y embarazada. Y por otro lado, Sebasten: guapo, millonario... y a punto de tener un hijo. Échale la culpa al amor. Lily no podía creer la suerte que había tenido de conocer a Rauf Kasabian en el sofisticado bar londinense en el que trabajaba, y de que ese encantador magnate turco quisiera seducirla. Pero entonces Rauf la vio salir de un hotel con otro hombre y, muerto de celos, regresó a Turquía y prometió no volver a verla. Dos años después, volvieron a encontrarse y sintieron tanta pasión como la primera vez. Aunque él seguía sin confiar totalmente en esa bellísima mujer, sabía que debía convertirla en su esposa... Pasión en el Egeo. Las mujeres de uniforme no solían ser la debilidad de Cristos Stephanides, hasta que vio a Betsy vestida de chófer de la limusina que él había alquilado. ¿Qué mal podría haber en intentar llevársela a la cama? Pero el magnate no contaba con que lo secuestraran junto a Betsy y los tuvieran prisioneros en una isla del mar Egeo. Los secuestradores los habían alojado en una maravillosa villa donde Cristos podría continuar con su plan de seducción... y estaba dispuesto a tener éxito a cualquier precio.