En muchos hogares hay duendes, puede ser que en el tuyo. No resulta fácil verlos, pues se confunden con las cosas más cotidianas: alfombras, tostadoras, enchufes, bombillas. Les gusta pasar desapercibidos y se esconden en los rincones más insospechados de una casa. Cuando hablan, lo hacen en verso, pues les chifla la poesía. Si les caes bien, se dejarán ver, aunque sea por un brevísimo instante, e incluso puede ser que te regalen algún objeto curioso.
Más de veinte duendes caseros han sido vistos en el hogar de la familia Pesquiso. Son ellos los que dan vida y voz a este libro.
Deja que tu imaginación juegue con los trazos
y palabras de este libro.
Descubre duendes donde menos pensabas,
y disfruta de la poesía y del arte que se esconden
en los rincones más insospechados de una casa.