Un paso por el mundo que para Julia Hartwig es polícromo y multiforme, nunca unido a los extremos del más profundo sinsentido o del más absurdo optimismo. Sin negar el miedo, tan propio del ser humano, a lo desconocido e irracional, la autora nos ofrece un pequeño oasis de orden, templanza y armonía dentro del caos, ya que sólo desde el intento de comprensión cabal de la realidad es posible acceder a su sentido último.