Este libro trata de penetrar en los significados de varias de tales criaturas, o al menos dejar constancia de su presencia en los contextos mitológicos y sociales en los que vivían las gentes de las selvas del sur y sureste de Mesoamérica. La fuerza y la vigencia de los símbolos draconianos, a lo largo de veinte siglos de historia prehispánica, sugieren inequívocamente el acierto de los sacerdotes y escribas que los crearon, y también la enorme complejidad que entraña su desciframiento, siempre acompañado de misterios y enigmas que se resisten a ser desvelados.