Cuando Patricia Millán acepta el caso del secuestro de un niño sin contar con Nick, su jefe, todo se pone patas arriba. La mujer discreta y tranquila que hasta entonces había sido se convierte en una detective privada dispuesta a demostrar que es mucho más que una simple secretaria. Esta actitud comienza a volver loco a Nick, quien durante el transcurso de la investigación conecerá de verdad a esa desconocida que ha trabajado para él durante tres años. Por su parte, Patricia también irá descubriendo que su pacífico y controlado jefe no lo es tanto, y que tienen razón quienes afirman que nunca es tarde para amar.