«Es parte de mi encanto.»
«Soy un garabato mental.»
«Tengo un imán para garrulos.»
«Soy un desastre.»
«Quiero enamorarme, pero de verdad como nunca, como nadie.»
Gabriela tiene treinta y dos años y es enfermera. Ama su profesión. En ella se siente segura, dueña de sí misma. Pero, mientras que en su trabajo se comporta con cierta estabilidad, en su interior vive en una montaña rusa de emociones. Esa es la dualidad de Gabriela: el trabajo y los sentimientos extremos.
Donde mis pies me lleven es una historia de amor y desamor, de idas y venidas, de sueros y constantes vitales, de príncipes azules y de príncipes desteñidos... Y, sobre todo, es una novela con una protagonista de lo más graciosa, que tiene esa extraña costumbre de encontrar problemas donde aparentemente no los hay.