Benito Pérez Galdós (1843-1920) termina su novela Doña Perfecta en Madrid, en
abril de 1876, que veinte años después, tras su adaptación por el autor, fue
estrenada, como obra para el arte de Talía, en el Teatro Español de la
capital. La protagonista es paradigma de la actitud moralizante de la sociedad
de fines del XIX, llevada, en esta ocasión, al extremo, conducta que Pérez
Galdós combatió en buena parte de su producción literaria.