La imagen de la humillación paterna es, sin duda, uno de los temas recurrentes en la imaginación narrativa de Leopold Sacher-Masoch. En sus obras, los padres son a menudo descuidados y negligentes, y, en las raras ocasiones en las que se los describe, son definidos desde la humillación y la debilidad. Don Juan de Kolomea es, en este sentido, paradigmatico. Se trata de la historia de un hombre joven y seductor y con fama de Don Juan, cuyo fracaso, sin embargo, se lee en cada silencio de la narración: su drama es la tristeza propia de un hombre negligente, incapaz de cumplir con sus obligaciones como padre y jefe de familia.