El río Domingodó atraviesa la población que lleva su nombre, en el fondo de la selva chocoana colombiana. Sigue su curso, llenándose de historias, de amores, desamores, pasiones, miedos y alegrías, siempre solitario, necesitado de amor y compañía. Esta historia con un toque de realismo mágico nos muestra a cada uno de sus personajes en su cotidianidad y los acerca a un punto donde se confunden la realidad y la fantasía. Oscuro como la noche cuando no hay luna, tanto que resulta difícil distinguir dónde están las estrellas. Así es Domingodó.