Nicole J. Georges tenía dos años cuando su familia le dijo que su padre había muerto, y veintitrés cuando una pitonisa le aseguró que, por el contrario, seguía vivo. Así, la novela gira en torno al impacto psíquico y anímico que supone criarse en un hogar donde una parte importante de la realidad familiar está cubierta por un manto de silencio, hasta que un día una fuente inesperada te abre los ojos a la verdad.
A caballo entre las novelas de iniciación y las de aceptación personal, y mediante unas ilustraciones en blanco y negro de una ingenuidad enternecedora, Doctora Laura, ¿dígame? marca la llegada de una voz nueva y muy sugestiva a la literatura gráfica.