Argumento de Doce Concepciones del Mundo
Encuadernación: Rústica
El que uno adhiera a una u otra concepción del mundo, depende realmente de factores distintos al de la profunda convicción con que uno se va conduciendo hacia la doctrina de la que, por casualidad, uno se haga adepto. Las leyes que en este libro se señalan, como las que rigen los pensamientos del Cosmos, se hallan activas en el ser humano. Su estudio nos ayuda a comprender la existencia, y comprendiéndola, nos comprendemos a nosotros mismos. Y aún cuando las condiciones de la vida nos obligan a cierta postura unilateral, sabemos que pertenecemos a un gran todo, que somos integrantes de la lógica pensante del Cosmos. A raíz de estas explicaciones, captamos toda la hondura del siguiente pensamiento de Fichte: Depende de la clase de hombre que se es, la clase de filosofía que se tiene.1