Dirigir siendo dirigido parte de una sencilla premisa: todo jefe puede ser educado por sus colaboradores. Si no, ¿cómo se explica que un jefe pida las cosas de diferente manera a unos que a otros? ¿Cómo se comprende que solicite tareas a unos que a otros ni siquiera demanda? Todos, con nuestra conducta, condicionamos el comportamiento de nuestros jefes. Por otro lado, es común en todas las organizaciones la existencia de dos figuras clave: el jefe y el empleado. De la calidad de la relación que haya entre ellos depende la salud de la empresa. Aunque no estamos obligados a llevarnos bien en el trabajo con nuestro jefe, se es necesario que la relación sea correcta. Máxime porque en muchos casos convivimos diariamente mas tiempo con el jefe que con la pareja o la familia. Estamos hablando en última instancia, de la calidad de nuestra salud laboral. Muchas personas se quejan de que su responsable no esta a la altura del puesto, y no tanto por su capacidad técnica, sino porque no marcan objetivos, no motivan, no saben comunicarse, no tienen educación, no escuchan, etc. Pedimos a nuestro coordinador que despliegue una serie de habilidades sociales para las que no puede no haber sido formado. Este libro esta escrito por alguien que dirige y a la vez es dirigido. Esto permite tener una visión complementaria de la situación. No hay búsqueda de culpables sino una muestra de soluciones. El autor ha transformado la experiencia acumulada en teoría. Sabemos que es mas fácil teorizar que aplicar, pero también es cierto que una buena practica se basa en una correcta teoría. El libro esta lleno de recetas aplicadas con éxito. Dependiendo de la persona, unas serán más útiles que otras. El lector debe determinar cuales son las que mas le convienen. La oferta es amplia.