Le bastó una sola noche para querer hacerla totalmente suya
La única noche que Quade Westmoreland había pasado con Cheyenne Steele lo había marcado en cuerpo y alma, pero ella desapareció sin que Quade lograra siquiera enterarse de su apellido. Casi un año después, guiado por sus recuerdos y una fotografía, el atractivo agente consiguió descubrir su rastro... y también a tres bebés que se le parecían mucho.
Saber que era padre hizo que Quade tomara su decisión aún más rápidamente: conquistaría a Cheyenne de cualquier forma. Sorprendentemente, la irresistible belleza parecía decidida a ponérselo difícil. Pero el destino de los Westmoreland estaba en juego y Quade lucharía por lo que era suyo.