¿Qué relación existe entre Dios y nuestra felicidad? La pregunta es necesaria
y urgente, porque son muchísimas las personas que relacionan a Dios con el
sufrimiento, con la prohibición de cosas que nos gustan y la obligación de
otras que nos desagradan. El camino para encontrar a Dios es el camino de la
«humanización», superando la «deshumanización» que todos llevamos dentro. Si
esto es cierto, concluiremos que lo que Dios quiere, por encima de cualquier
otra cosa, es lo que más queremos los seres humanos: la felicidad. A partir de
esto será necesario interpretar la ética y la espiritualidad cristianas y,
sobre todo, la predicación que la Iglesia hace sobre Dios.