'Dionisio Ridruejo. Una pasión española', sobre la trayectoria del poeta fascista de la capa blanca convertido en demócrata, se acabó de escribir en el año 1983, y surgió ante la amenaza de los Tejero que en España están siempre dispuestos a levantar la pistola frente al pueblo. Fue considerada cuando se escribió como difícilmente representable en una España que acababa de salir de una dictadura militar.
'¡No pasarán! Pasionaria', llega a la escena en 1993, cuatro años después de la caída del Muro de Berlín y de la muerte de Dolores Ibárruri, una mujer del pueblo vasco que, saliendo de las minas vizcaínas de Gallarta, va a conducir la lucha de los comunistas españoles. Fue pre-texto y pos-text del espectáculo 'Pasionaria. ¡No pasarán!' que, bajo la estética de Salvador Távora, en el crítico año 1993, volvió a llevar la polémica a la escena española, al tiempo que unía en un trabajo literario y teatral al gran creador andaluz y al autor vasco.
En las dos obras, que a veces lindan con el teatro documento, vemos las figuras de Ridruejo y Pasionaria reflejadas en sendos espejos: un coronel del Ejército español nos resucita al poeta que no llegó a la tierra prometida de la democracia Ridruejo falleció meses antes de la muerte de Franco, en 1975 y el teniente del Ejército soviético Rubén Ruiz Ibárruri que murió en Stalingrado en 1942 resucita la utopía de su madre. En ambos casos, la reivindicación de la utopía del hombre libre y solidario.