Escrita específicamente para la hora de acostarse, esta historia está llena de magia, grandes pezuñas, pelaje esponjoso y inmensa garras pequeñas.
Se supone que Chillidos, la monstruita está acostumbrada a la hora de acostarse, pero con tantas distracciones parece que la hora de acostarse no llega nunca. Los lectores contarán atrás de diez hasta uno mientras recorren las páginas bellamente ilustradas y se van calmando con este magnífico cuento para irse a dormir.