Argumento de Diccionario del Vaticano Ii
Es quizá demasiado evidente, pero urge recordarlo el Vaticano II no es una obra para vitrinas, sino para ser vivida en el hoy de nuestro mundo. Lo advertía Pablo VI a los pocos días de la clausura del Concilio: las enseñanzas y disposiciones conciliares es necesario "ponerlas en práctica; estudiarlas, asimilarlas, aplicarlas dentro del contexto efectivo de la vida cristiana. Si faltara esto, ¿para qué habría servido el Concilio?
Todavía hoy tenemos necesidad -y hasta urgencia- de estudiar el Vaticano II. Conocimiento, sí; pero complexivo de su totalidad y no fragmentario. Porque las medias verdades siguen siendo los más peligrosos de los errores.
Este "Diccionario del Vaticano II" presta un servicio utilísimo para el conocimiento integral y objetivo del mismo. Nos ofrece la temática conciliar dividida en conceptos y expuesta con el mismo lenguaje del Concilio. Es una obra en la que el autor ha puesto al servicio de los lectores el esfuerzo ilusionado de su juventud junto con una reflexión madura y coherente.
El cardenalarzobispo de Toledo, Dr. González Martín, en su prólogo, enjuicia autorizadamente la obra: "El autor es un joven sacerdote que ha acometido la empresa con paciente reflexión y análisis riguroso de temas y conceptos. Sobre cada uno de ellos ha recogido ordenadamente los textos conciliares y nos los presenta fáciles y dispuestos para la meditación integrante y complexiva de todo el conjunto". "Una obra como ésta, preparada con seriedad objetiva y con atención suma a los textos conciliares, libera al lector del riesgo de las omisiones involuntarias y de las imprecisiones más o menos conscientes, facilita grandemente el estudio y nos economiza ese tiempo de que quisiéramos disponer, y a veces no podemos, para encontrar con prontitud y en su propio y directo lenguaje lo que el Concilio ha dicho sobre un determinado concept.".
"Espléndido servicio el del autor y el de la BIBLIOTECA DE AUTORES CRISTIANOS, que merecen el agra-
decimiento y el aplauso común."