Hoy no hace falta insistir sobre el puesto destacado que ocupan los refranes y frases idiomáticas en la obra de Cervantes. El gran novelista no sólo los utiliza para caracterizar el habla de Sancho, sino que también los entreteje por doquier en sus entremeses, en sus novelas y aun los incluye en sus reflexiones sobre la dignidad de la legua castelllana. Cervantes en este aspecto es un hombre de su época y no le da a los refranes sino el papel protagónico que tenían en ese momento. Juan de Valdés los había colocado como norma de la lengua castellana, Juan de Mal Lara les daba la misma importancia que a las paremias latinas y Hernán Núñez, el gran maestro de griego de Salamanca, los prefería a las dicciones de la lengua homérica. Los siglos XVI y de refraneros que en este momento se componían, sino porque el refrán se vio inmiscuido en la batallla lengua vulgar "versus" lengua latina.