Sabemos que la ciencia penetra nuestras vidas, que las condiciona cada vez más profunda e intensamente. Y, sin embargo, para la mayoría de nosotros, el conocimiento científico es algo ajeno que contemplamos con una mezcla -surgida habitualmente de la ignorancia- de respeto y temor. Este diccionario pretende acercar esa aparentemente todopoderosa ciencia a todo tipo de lectores, incluyendo entre ellos a los propios científicos, alejados en su mayoría, en esta era de la especialización y compartimentación, de una visión global -y humana- de su disciplina, esencialmente múltiple, por otra parte. Pero para lograr semejante compendio -cuanto más completo y escueto mejor- que permita entender el mayor número posible de aportaciones científicas. Lo que este diccionario presenta es una visión personal, profundamente idiosincrásica y selectiva, apasionada e intensa de la ciencia. Una visión en la que, buscando la auténtica esencia del conocimiento e historia de la ciencia, se realiza una drástica selección de conceptos, teorías, problemas y personajes. Una visión, además, que, respetuosa con el valor del conocimiento científico, mira a la ciencia no como un nuevo -sin duda racional- dios, sino como un magnífico y luminoso, aunque en ocasiones problemático, instrumento al servicio de la dignidad, de las necesidades y escala de valores favorecida por la especie humana.