Una novela tan singular como Obabakoak y tan personal como El hijo del acordeonista.
Premio Nacional de la Crítica Literaria 2013 en euskera.
«También yo quería entrar en el mundo real, y por un momento lo logré. Los dos caballos salvajes que estaban frente al Chevrolet Avalanche se pusieron a girar como en un carrusel, y con ellos el de Cornelie, el caballo negro de Franquito y otros caballos que formaban parte de mi pasado. Pensé -solo por un momento, ya lo he dicho- que aquella era la imagen de mi vida, y que me sería fácil poner junto a los caballos, o en su lugar, criaturas humanas: la mujer que leía Reader's Digest, el hombre que en el hospital se sentía enjaulado como un mono, José Francisco, Didi, Adrián, L., yo mismo, Ángela, Izaskun, Sara... Una vuelta, dos vueltas, tres, cuatro, y así hasta que el carrusel se parase. Pero ¿dónde estaba el centro? ¿Dónde el eje en torno al cual giraba todo?»
Esta es la historia de un escritor que viaja a Nevada, Estados Unidos, entre agosto de 2007 y junio de 2008, pero es también mucho más. Es un relato en el que lo vivido, el instante real, se mezcla con recuerdos, imágenes, sueños y evocaciones. En el que el paisaje árido y hostil del desierto y el horizonte verde, rojo y fucsia de los casinos de la ciudad de Reno, con su trama de luces brillantes y acristaladas, conducen una y otra vez al narrador -y al lector- a ese otro paisaje más íntimo, más personal del País Vasco.
Días de Nevada es una historia hecha de historias, a modo de caja china, que nos muestra cómo cada experiencia que vivimos, cada vínculo creado entre las personas más allá de las distancias temporales y espaciales, cada emoción que nos impacta, cada amenaza que combatimos permanece indeleble. Y nos convierte en lo que somos.
La crítica ha dicho...
«Me he quedado atrapado en esa mirada transparente que describe el mundo con asombro, como si lo viera por primera vez, y también, sobre todo, por la destreza con que ha puesto en palabras lo que vio.»
Javier Rojo, suplemento cultural Territorios, El Correo
«La última obra de Bernardo Atxaga se ha escrito desde la raíz del dolor de la pérdida de las personas queridas y desde la tranquila sabiduría del dominio de un mundo narrativo y de la experiencia en la creación de mundos simbólicos. En su Días de Nevada puede apreciarse que el autor ha encerrado en esa narración la condensación de su mundo narrativo. (...) Días de Nevada el libro más personal de Bernardo Atxaga, el más plural, un viaje entre la piedad y el dolor en el que no falta la mirada bien humorada.»
Jon Kortazar, Babelia
«Atxaga sabe entretener, conmover y dar a la autobiografía todo el encanto de lo ficticio.»
J.A. Masol