Argumento de Días de Lluvia y Barro
Encuadernación: Rústica
XV Premio de Novela Diputación de Córdoba
Una Ciudad en la que siempre llueve y un detective, Turco, que nunca lo habría sido de no mediar la inevitable Crisis. Éstos son los protagonistas de esta novela. Pero por sus páginas cargadas de intensidad también se pasea un individuo que dice ser gallego, pero cuyo marcado acento catalán despierta enseguida suspicacias. O un buscarruinas que atiende al nombre de Max, y que lleva tatuado en la frente que nació para meterse en líos. O buena parte de la familia de Turco, desde su imposible ex mujer hasta su no menos imposible ex cuñado, con toda la maraña de sus relaciones como turbio telón de fondo. Y, con los distintos personajes, van apareciendo las tramas. Tramas que no dejan de crecer y relacionarse. Hasta que llega un momento en que una de ellas se hace con toda la escena y se erige en la principal. Y es entonces cuando, con la misma prosa rápida y limpia que nos ha llevado en volandas hasta ese punto, el autor nos hace asistir a los últimos compases de una sinfonía que, cuando más caótico parece todo, nos golpea con el tremendo impacto de su final. Un final en el que, no tanto con alivio como con horror, vemos que todo encaja.1