Elegancia decorativa.
Una serie de intrincados y delicados motivos se combina con diseños repetitivos para crear esta reflexión plateada sobre la esencia de la belleza. La palabra filigrana procede del latín «filum» (hilo) y «granum» (semilla). El motivo de filigrana que adorna nuestra cubierta se diseñó y elaboró originariamente en Alemania en torno al 1800. Para conseguir este motivo pulido y con aplicaciones de oro, primero se repujaba una capa base de láminas de plata, y después se grababan meticulosamente varias muescas intrincadas en su superficie.