Diario de una resurrección es un libro esencial en la obra del autor. En él combina de manera personalísima, y con una capacidad única los contenidos existenciales con los experimentales para lograr uno de los grandes libros de amor de la poesía española del siglo XX.
A Luis Rosales, miembro de la Real Academia de la Lengua, le concedieron el Premio Cervantes en 1982.