Un topo en el movimiento neonazi español. Un año camuflado bajo la piel de un skinhead. De este modo cabe resumir la experiencia que Antonio Salas cuenta sin escrúpulos en este libro.
Diario de un skin es la confesión de quien ha logrado, por primera vez, infiltrarse sin levantar sospechas en un grupo tan peligroso que no perdona los errores. Armado con una cámara oculta y parapetado tras una falsa identidad, construyó un personaje lo suficientemente convincente como para ganarse la confianza de sus «iguales» y vivir desde dentro la terrible realidad de los cabezas rapadas.
El orgullo y los sentimientos de odio de los ultras, los actos violentos en los que participan, su implicación en las peñas futbolísticas, sus alianzas con grupos internacionales afines a través de Internet y la estrecha vinculación con los musulmanes revisionistas, con los que unos años después el autor tendrá contacto en la infiltración en la que se basa El Palestino, son, entre otros muchos, los aspectos que se desarrollan en estas páginas sin precedentes.