Nací hace 48 años en Badalona, ciudad conocida, entre otras cosas, por una canción de Serrat, la Penya, la fábrica de Anís del Mono, la laboriosidad de sus habitantes y la locuacidad de Pilar Rahola. Mi madre debía de tener un poco de prisa porque me trajo al mundo en su propia casa y medio desnuda. Crecí moderadamente sano en el barrio de La Salud y mi infancia pasó pronto a mayores cuando alcancé la adolescencia. Luego llegó la juventud y más tarde la edad adulta en la que actualmente resido. He desempeñado diversos trabajos y siempre cobré por ellos para no hacerle un feo al empresario. Comencé a leer por puro entretenimiento y acabé escribiendo por pura necesidad. Salvo notas de rescate he escrito de todo: teatro, novela, poesía, cuentos... Lo que tiene entre sus manos es mi primer libro editado. Si está leyendo esta solapa y está pensando en adquirir un ejemplar, no lo dude, cómprelo. Le garantizo que se divertirá y pasará un buen rato. Tenga en cuenta que no sólo usted saldrá beneficiado con la lectura del libro. Piense en la ilusión que le hará a la editorial, a los trabajadores y a un servidor. Ya sabe, cosas de la globalización.