En DIARIO DE UN FANTASMA, Nicolás de Crécy se va de viaje. Sin embargo, el autor no tiene ganas de viajar lejos, debido a que con las largas distancias es necesario tomar el avión y Nicolás de Crécy odia los aviones, se marea. Pero, ¿Cómo se rechazan las invitaciones para ir a Brasil, Japón? Nicolás de Crécy propone también un viaje al centro del proceso creativo. Con su humor tan personal, plantea algunas preguntas relevantes sobre el estado de la imagen en el mundo moderno, y sobre el papel del artista. Su libertad, a veces condicional. Su necesidad no siempre absoluta. En resumidas cuentas, por qué uno dibuja, y que piensa el dibujo de él...