El Diario de Guadalupe a Plasencia es la narración de un periplo a pie por las comarcas cacereñas de las Villuercas, los Ibores, Campo Arañuelos y Monfragüe que nos da a conocer unos parajes naturales singulares, con sus sierras agrestes y caminos antiguos, abandonados hoy por el uso de los coches y las carreteras, describiendo de manera fluida y amena los paisajes, los pueblos y las gentes que viven en ellos y su historia. Un recorrido en el que, cual Ulises en su vuelta a Ítaca, el autor nos transmite el placer del viajar por viajar, del andar por el campo, de su deseo de conocer e intentar que el viaje sea largo, para que no tengamos ganas de acabarlo nunca. Y, como Don Quijote, imagine por donde va historias y tiempos que ya no son o épocas idílicas que quizás nunca fueron. Para parodiar a veces nuestra sociedad, tan llena de complejos y contradicciones, invitándonos de una forma amena y divertida a reflexionar sobre cuestiones controvertidas unas o ancladas en los tópicos otras. Todo ello contado de una forma sencilla y llena de humor, como si de un cuaderno de bitácora se tratara, como recordatorio del viaje y un legado de experiencias y reflexiones para los lectores.