A su regreso a España, Colón entregó su diario a los reyes. Fernando de Aragón, consciente de la importancia del documento, inmediatamente encomendó a dos escribas una copia. A la muerte del Almirante, la «copia a dos manos» pasó a manos de su hijo Diego y, veinte años después, llegó a las de su medio hermano, Hernando. Poco tiempo después, la copia real desapareció para siempre.
Conocemos el diario de a bordo de Colón por dos versiones: la de su hijo Hernando (que se entresaca de la biografía que escribió del Almirante) y la de Fray Bartolomé de las Casas. Este libro reúne ambas versiones, anotando sus coincidencias y discrepancias. Pero además, este libro se sirve también de otro documento importante: la famosa «» Carta a Santángel», el primer texto impreso que dio a conocer el descubrimiento de Colón.