Argumento de Devoradores de Flores
Encuadernación: Rústica
Con un estilo que evoca el realismo mágico, Darvasi narra en un hermoso fresco, con el que trata de fijar la totalidad de las cosas que pasan en el mundo, la revolución húngara de 1848, y una perturbadora historia donde se enlazan el amor y el deseo, la violencia y la guerra.
La historia se centra en la soñadora y sensual Klára, quien se ha casado con Imre Szép, un botánico emocionalmente distante, lo que la conduce a satisfacer sus deseos sexuales con otros hombres. Cuando todos los intentos por prolongar la revolución se suprimen brutalmente, Klára y su hijo pequeño se ven empujados al violento corazón de los acontecimientos. Y es ahí donde se encuentran con un complejo universo poblado de personajes que tratan de luchar contra el implacable curso de la historia, en un mundo dirigido de forma ciega e inmisericorde por personas que han dado la espalda a los poderes de la imaginación y de la belleza, y se han entregado al poder del dinero y la opresión.
Con un estilo que evoca el realismo mágico, y haciendo del lenguaje el hilo infinito con que teje y desteje lo probable y lo improbable (mezclando lo histórico, lo mítico y lo onírico, reescribiendo sucesos de la trama, que varían, mutan, se desdicen, como en una eterna y deslumbrante fuga, siempre igual y siempre distinta a sí misma), Darvasi relata las vidas y las peripecias de Klára, Imre, Péter, Ádám y del patriarca gitano Gilagóg, y nos presenta a personajes tan inolvidables como Néró Koszta, el músico de hierba, que compone las más inefables melodías con la última brizna de césped de Kósovo.
Darvasi ilumina ambiguamente la guerra de independencia, exponiendo el antisemitismo que aún pervive en la Hungría de hoy, y mostrando a los romaníes, que continúan siendo objeto de una gran discriminación en toda Europa, como embajadores de una visión del mundo cuyo objetivo e ideal son la libertad.1