Entre las personas que deambulan por la ciudad, que acuden a centros comerciales, cines, teatros, cogen transportes públicos o circulan con sus vehículos, siempre hay un objetivo humano al que perseguir o investigar. Los detectives privados hacen esta función. Profesionales anónimos que controlan los movimientos de sus investigados, sea en cualquier lugar allí donde vayan. Se camu?an entre la muchedumbre. Toman un café al lado del objetivo perseguido. Hacen guardia desde un coche o en cualquier calle donde viva o pase habitualmente su investigado. Delante de un hotel, organismo ofcial o un viaje inesperado de una ciudad a otra, a veces sin previo aviso o sorpresa de su familia. Estas personas, a veces invisibles, son los detectives privados.