Segunda parte: Los detectives infantiles colaboran en la detención urbana de un asaltantea un desfile público, gracias a una única pista: la marca del coche que conducía. Los acontecimientos del día convencen a Ai Haibara de que no quiere pasarse la vida huyendo, por lo que rechaza la oferta de protección del FBI que había ofrecido Jodie para ayudarla en el asunto de los Hombres de Negro.