Lacey Perkins desconfió de inmediato de aquella adivina que le dijo que su destino era enamorarse del arrogante aunque increíblemente sexy Evan Sawyer. Lacey pensó que prefería una maldición? hasta que descubrió que la maldición consistía en sentir un deseo incontrolable e insaciable? / Chloe Cooper no pudo evitar echarse a reír al oír que el amor estaba a punto de transformar su vida. Pero eso fue antes de encontrarse de pronto con su ex amante, el agente del FBI Ian McCall, que le demostró lo emocionante que podía ser su existencia? / Erin Holland no terminaba de creer que Ryan Wes, un reputado playboy, fuera el hombre de su vida. Aceptó ir con él de crucero por un único motivo: el sexo. Pero sus planes iban a cambiar de un modo misterioso? y apasionante.