Cuando recupera la conciencia, Grace se encuentra en el hospital y tanto ella como su hija están gravemente heridas, debatiéndose entre la conciencia y la muerte corporal, observando a médicos y familiares a su alrededor, pero sin poder comunicarse con ellos.
Pronto se descubre que el incendio fue provocado. La pregunta, sin embargo, es quién lo provocó y por qué, ya que en ese momento muy pocas personas se encontraban en el edificio. Grace, que intuye el peligro que acecha a su familia y teme por sus hijos, comenzará su propia investigación sobre los hechos para descubrir quién está detrás del complot contra su idílica familia.